Existen diferentes profesiones que necesitan trabajar de manera individual para lograr los objetivos personales; sin embargo, el mundo del cine, principalmente el independiente, necesita el apoyo de todas las manos para producir, diseñar y crear algo único, y qué mejor que hacerlo con tu mejor amigo.
Al menos eso fue lo que aseguraron Juan José López Bautista y Alejandro Morales, durante una entrevista con Puerta Escénica.
Los dos jóvenes cineastas poblanos están surcando sus primeros mares profesionales juntos, encontrando una perfecta sincronía entre ambos, lo que los llevó a producir su primer cortometraje: Abuela.
Este proyecto surgió gracias al examen final del diplomado de cine que estaba tomando Juan José en el Centro Internacional de Artes y Ciencias Cinematográficas; sin embargo, la amistad de cuatro años entre los cineastas poblanos los llevó a entregar un material considerado entre los mejores del festival Talentos Emergentes del mismo instituto.
En varias ocasiones, personas de la audiencia mencionaron que el cine comercial debía estar separado del de arte, debido a que proyectan diferentes emociones y mensajes; sin embargo, los cineastas buscan recuperar el sentimentalismo en las producciones audiovisuales, luego de que por algunos años ambas producciones presentaran materiales reflexivos, sin conectar con los espectadores.
En palabras de los cineastas:
“Buscamos el hecho de que tanto el público como los chavos que se quieran dedicar a la cinematografía comprendan que el cine, además del arte, tiene que ver con un asunto de sensibilidad, que es totalmente honesto con las historias que se quieran contar”.
El claro ejemplo es el corto Abuela, basado en una experiencia dolorosa del director del material, Juan José, pero que utiliza una narrativa fantástica para crear diferentes emociones y sentimientos, los cuales fueron diseñados por el director de fotografía Alejandro.
De hecho, según Juan José, gracias a que Alejandro entendió la emoción que quería proyectar el director del cortometraje, Abuela pudo convertirse en un material más íntimo, fantástico y mágico, perfecto para adentrarse en este género narrativo.
Así describió el trabajo de Alejandro:
“Se mete en el aspecto técnico, pero también en el hecho de que la historia tiene que inspirar algo. Entre compañeros nos preguntamos con cuál director de fotografía nos gustaría trabajar; cuando a mí me preguntan, soy totalmente honesto y digo que con Alejandro, porque encontrar a un director de fotografía que pueda entender tu idea, aun estando dibujada o trazada en una servilleta, es algo difícil”.
Por su parte, Alejandro aseguró que se necesita capturar una emoción no solo en la parte técnica, sino también en el libreto. Para lograrlo, el director de fotografía mencionó que se requiere que el director y creador de la idea, en este caso Juan José, esté dispuesto a ver con diferentes perspectivas su historia, hasta encontrar la proyección adecuada.
Sin duda, los jóvenes cineastas aún tienen una larga trayectoria por delante. Al momento, ambos comparten la aspiración de continuar haciendo cine fantástico juntos, explotando las ricas leyendas mexicanas que, según los amigos, no han sido bien tratadas por el cine hollywoodense.
Por ahora, el cortometraje Abuela está participando en diversos festivales y por reglamento no podemos mostrar el material. Sólo queda esperar para poder disfrutar de esta mágica producción.
Fotografías: Alberto Figueroa.
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