LA PURA IDEA EXCITA
Dramaturgia: David Gaitán
Dirección: Araceli Rebollo
Lugar: El breve espacio
Día: Viernes 30 de mayo
Con un diseño de vestuario muy de los años cincuenta en tonalidades rojo, negro y blanco y teniendo como escenografía seis sillas blancas, la puesta en escena dirigida por Araceli Rebollo nos muestra a tres actores y tres actrices interpretando a distintas personas y parejas que hablan con el público acerca del sexo y el dejarse llevar por el deseo, planteando interrogantes respecto a la fidelidad y a la apertura como sociedad respecto al tema.
La obra fluye muy bien puesto que el texto da oportunidad a los actores de ser honestos y sencillos haciendo que el montaje sea muy ligero y hasta cierto punto disfrutable para el espectador y al mismo tiempo, logra la incomodidad en algunas escenas al hacerlo partícipe como un personaje más. En este punto, hay que mencionar que no hay concordancia entre la dramaturgia, que maneja muchas palabras de los años actuales y el vestuario inspirado en otra época, pues resulta más como una propuesta para el montaje que no está sustentada en el texto y que no ayuda del todo a la historia. Lo mismo pasa con la propuesta musical.
El trazo escénico es preciso y crea diferentes imágenes, algunas acertadas como la escena del baño y la de la prueba de embarazo que maneja un humor muy espontáneo; sin embargo, la energía inicial con la que empieza el montaje se va perdiendo a medida que pasa el tiempo y ciertas escenas no terminan de aclararse, ya que mientras se desarrolla cada historia los demás personajes participan activamente desde fuera, lo que se vuelve confuso por no saber en qué lugar se encuentran ni si se conocen o no los personajes entre sí.
Debido a que la obra está resuelta en tres cuadros principales con sus respectivas transiciones, se vuelve predecible y por consecuencia, cuando llega el final, no cae por completo en el espectador; dicho final es concebido por Rebollo en la dirección mas no en el texto, he ahí el por qué. Aunado a esto, la directora crea un recurso (un suspiro o exhalación) para hacer las transiciones, que rompe un poco la organicidad que se trata de llevar a cabo y que es muy usado al principio de la obra.
Por otra parte, la iluminación es sencilla, aportando lo necesario al montaje, un acierto es el presentar esta obra en un lugar como el Breve Espacio pues proporciona ese ambiente de intimidad que necesita un texto como este.
Por Karla Ibarra.
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