El mundo cinematográfico puede tocar las fibras de los creadores desde muy temprana edad. No existe límites para crear algo único y especial.
Al menos eso fue lo que aseguró el joven cineasta Rodrigo Saavedra, quien durante una entrevista con Puerta Escénica comentó cómo es el proceso de adentrarse en el mundo del cine, aun siendo estudiante.
Rodrigo mencionó que desde muy niño estuvo interesado en el mundo cinematográfico, viendo las clásicas películas que marcaron a las diferentes generaciones, pero no bastaba con admirar los títulos más conocidos, Rodrigo quería llegar al centro de donde inician las historias.
El joven cineasta aseguró que mientras cursaba la secundaria, y posteriormente la preparatoria, comenzó a sentir el deseo de conocer cómo se creaban las grandes producciones; incluso realizó una parodia de la película ¿Qué pasó ayer? para comenzar a involucrarse en la creación de contenidos audiovisuales.
Además, Rodrigo aseguró que siempre estuvo interesado en plasmar las emociones a través de un lente. El cineasta narró que desde pequeño agarraba la cámara de su papá para tomar fotografías y congelar los momentos, situaciones que tiempo después cobrarían vida con sus primeros cuatro cortometrajes en la preparatoria.
Dedicarse al cine puede parecer algo sencillo, o al menos eso es lo que los que están fuera del medio piensan. Para Rodrigo fue un desafío involucrarse en este arte, ya que tuvo que dejar a un lado varias cosas para empezar a trazar su camino; además, gracias a sus papás, siempre tuvo el apoyo constante para impulsar y crear sus propias historias.
Entre estas aventuras se encuentra su último proyecto Omnipresente, el cual surge de una aventura en Europa, fusionando siete expresiones artísticas que influyen en la percepción de cada persona, y en el que tuvo que experimentar diferentes etapas hasta lograr el material deseado.
En palabras del cineasta:
“Fueron varios sacrificios para poder realizarlo, pero así ves cómo puedes estar listo. Al ver el resultado final, sientes que todo vale la pena. Todo lo que hago es para el cine”.
El cortometraje de Rodrigo causó tal asombro que recibió diversos reconocimientos en la muestra de cortometraje Kine, Cinearte, Muestra de París y en la Muestra de Cortometrajes Poblanos.
Como en todo proceso, Rodrigo se cuestionó si el cine era el camino correcto, debido a que durante el primer año de la carrera el cineasta se preguntaba si realmente lo que hacía tenía un significado para su vida.
No fue sino hasta que el joven cineasta comenzó a diseñar sus cortometrajes que vio que la cinematografía era y sería su motor día a día; incluso, encontró a una joven dama con la que comparte sus experiencias fílmicas y de vida, desbloqueando un importante logro sentimental, ya que su novia le ha ayudado a entender algunos procesos que creía desconocidos.
Sin duda, Rodrigo tiene un largo camino por delante. Al momento se encuentra diseñando la que será su obra maestra, mientras sigue trazando su futuro; incluso, no descarta la posibilidad de llegar a las grandes ligas y formar parte de sus sagas favoritas, como Star Wars.
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