A PUERTA ABIERTA
Se espera que escriba una crítica sobre A puerta abierta de Alfred Sutro y advierto que hace tiempo dejé de juzgar las puestas en escena, reconozco que hay tantos teatros como mundos posibles y que reflexionar por escrito es el término más apropiado para este ejercicio.
A puerta abierta tiene una pasmosa actualidad, que se ciñe a la fórmula esencial del buen teatro o de la obra bien escrita: dos personajes, un gran conflicto, quiebre como punto de partida, síntesis de la acción y una estructura que progresa sutilmente de principio a fin donde resalta la actuación y la naturalidad -rica en matices- de Adriana Spota, quien ya hacía gala de esta virtud en Silencios de familia. Pero el montaje se destaca no sólo por la hechura del texto y la actuación, sino porque dentro del panorama de la oferta teatral existente Vanesa Nieto -directora- apuesta por la actoralidad y el desarrollo de personajes minuciosamente elaborados; apuesta nuevamente por el amor, como una redundancia que condena al ser humano; así el espacio requiere un dispositivo en el que la tensión dramática fluya sin ambigüedades y eso es lo que logra de una manera justa.
Una puesta en escena afortunada -y este es el término más indicado- ya que su presentación da continuidad y difusión al trabajo de un nuevo espacio teatral tan necesario para la descentralización de las actividades culturales y para la supervivencia del teatro a través del acercamiento con un público distinto. Evidencia el cuidado de cada uno de los artistas que en él intervienen y señala el camino de un equipo teatral con mucho que ofrecer.
A puerta abierta se presentó en el Foro Cuarto Acto de Cholula (3 poniente #108, interior B; a media cuadra del zócalo de San Pedro Cholula).
Por Thelma Ramírez Cuervo
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