"Lo más valioso es, ese reconocerse en el otro, ese aprender de uno mismo a través de un personaje e intentar, con humildad, que nos modifique en la vida".
Puerta Escénica conversó con la talentosa actriz y dramaturga veracruzana Estefanía Ahumada Norato, quién obtuvo el premio a "mejor actriz" por la obra "Leche de gato" bajo la dirección y dramaturgia de Lucila Castillo, en el Festival de Teatro Universitario UNAM 2014; ha sido ganadora del Premio de Dramaturgia Joven Vicente Leñero en el 2017 por su texto "La gota y el mar".
Durante su vida estudiantil, sus maestros Alejandro Ricaño y Adrián Vázquez, la invitaron a participar en la obra "Fractales", que estuvo en cartelera por casi 6 años en diferentes teatros del país, llevándola a participar en la Muestra Nacional de Teatro en el 2012.
"Sí, estuve los 6 años que duró "Fractales", fueron temporadas a veces interrumpidas por algunos meses pero cada año hubo funciones. Inicialmente, era suplente de Teté Espinoza, quién hacía al rededor de 5 personajes distintos. Con el tiempo, una de las actrices se fue a Alemania y pasé a representar a veces el papel de Teté o a veces el de está otra actriz dependiendo del reparto. En conjunto hice cerca de 8 personajes".
Estefanía llega a la #CDMX un año después de concluir sus estudios universitarios de teatro, mediante diversas obras que habían sido seleccionadas para tener temporada en el teatro Helénico, participando dentro del programa de Sistemas de Teatros de la Ciudad de México.
"Tenía más trabajo en la ciudad que en Xalapa, así que decidí mudarme y aprovechar esa racha de trabajo para generar más vínculos laborales".
Después de algunos años de carrera profesional como actriz y la constante actividad en diversos escenarios, adquirió las bases estructurales de dramaturgia para la creación de personajes, ya que tuvo la necesidad de contar historias junto con su compañera Abigail Pulido; esto la motivó a tomar clases con Estela Leñero y Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, mejor conocido como LEGOM, quién le otorgaron nociones específicas sobre escritura dramática.
"Pensé que sería más íntimo y cercano escribir yo misma, que pedirle a alguien más que escribiera un texto... Entonces recurrí a mis herramientas como actriz para abordar la escritura, ya que, los procesos actorales y dramatúrgicos tienen algunos puntos en común, sobre todo en la construcción de personajes, creo que me valí de esto para abordar lo desconocido que era para mí la escritura dramática".
"Para mi el teatro es un lugar donde podemos ensayar la realidad para entenderla, un espacio en el que todo está permitido y podemos materializar ideas, conceptos, sueños, para compartirlos con otros".
Adrián Vázquez, Martín Zapata, LEGOM, Estela Leñero, incluso Alejandro Ricaño, han influido en el estilo de actuación y escritura de Estefanía; sin embargo, ella sigue abriéndose camino para tener una voz propia dentro del gremio artístico; superando los retos de esta profesión, mantiene la pasión con la que se inician los proyectos teatrales, creciendo en todo momento con los montajes.
Disfruta en el ámbito de la escritura, configurar las estructuras dramáticas, crear los personajes y los universo de una historia a partir de pequeñas imágenes o ideas.
"Creo que escribo para entender y para entenderme".
Como actriz, colabora con las compañías "Los Tristes Tigres", "Nosotros, ustedes y ellos" y "La maniobra Teatro"; actualmente sigue presentando "La gota y el mar" y escribe su segundo texto dramático. Puerta Escénica agradece a Estefanía Norato por esta entrevista, deseándole que siga dando vida a sus propias historias por medio del TEATRO.
"Es un proceso con momentos divertidos y creativos, y al mismo tiempo con grandes retos, mucha disciplina, es un lugar de auto-conocimiento".