En redes sociales Lucero Troncoso actriz, dramaturga y productora alzó la voz contra de la injusticia en la que se vio envuelta por parte de las autoridades municipales por proyecto artístico que resalta la fundación de Puebla.
"La injusticia es compleja porque, simplemente no debí seguir con el proyecto porque no alcanzaba el dinero, y ya. Pero es importante dar el testimonio de lo que ocurrió porque también creo que fue falta de voluntad de parte de Liza Aceves, pues en el momento en el que solicité el ajuste de presupuesto aún no teníamos contrato ni nada". Lucero Troncoso
Presentamos el texto publicado en FB.
Esta es la primera historia que vamos a contarles, será una historia transmedia y será, como dicta nuestra filosofía, la historia de la verdad. La hacemos pública hasta el día de hoy, ya que han pasado las elecciones en Puebla, pues no deseábamos sumarnos a la campaña de la derecha, pero sigan leyendo y entenderán nuestra encrucijada.
El 24 de enero de 2020, después de competir con otros dos grupos de teatro poblano, el Archivo General Municipal, mediante la Sría. Administriva del Ayuntamiento de la Ciudad de Puebla, nos encargó la producción de un espectáculo basado en la transcripción de una colección de actas de cabildo del siglo XVI, que narran la fundación de Puebla. Estos documentos están al resguardo de la institución y la puesta en escena tenía como objetivo darle difusión a la extraordinaria investigación de su equipo de historiadores. Acordamos una función de estreno y una más, a puerta cerrada, que el personal del departamento de Comunicación Social grabaría en la sala de cabildo.
La dramaturga Lucero Troncoso se encargó de traducir esta investigación, como lo solicitó la Lic. Liza Aceves, en el lenguaje original en el que está escrito en las actas: el castellano que hablarían los fundadores, después de unos años de habitar el territorio americano y en contacto con las poblaciones indígenas. En este proceso, Lucero decidió rendir un homenaje al teatro novohispano e incluyó algunas escenas en verso, diálogos en Portugués, y también palabras en swahili, la lengua que hablarían al menos algunes entre la servidumbre, y otros elementos audiovisuales que desmitificarían el imaginario sobre la ciudad como una "república de españoles para españoles".
El texto fue bien recibido por la responsable del proyecto Marisol Rodríguez y por el director del archivo Alejandro Maimone. Lucero comenzó el proceso de diseño de producción de la puesta en escena y se convocó a los actores: Aurea Angélica Madero Vallejo interpreta a Iztli, la protagonista - una indígena cholulteca que sobrevivió a la masacre de 1521 y se enamoró de un soldado medio judío, medio gitano, medio cristiano, que se negó a matar a "los naturales" y huyó del ejército de Cortés -. VicMan Prieto lo interpreta, y también a Fray Toribio de Benavente, quien descubre en la historia el significado de su nuevo nombre "Motolinía", Humberto Feregrino es Fray Julián Garcés, atormentado por la aparición mística de un ángel, Claudia Machorro es la Reina Isabel, en sus años de gobernadora y alejada de su amado y pecaminoso esposo, el emperador Carlos V, pero bien acompañada de su leal consejero Mercurino Arborio, un personaje poco conocido en la historia, interpretado por Luis Castillo. También aparecen en el relato Marina Muñoz, la primera mujer que vivió en Puebla, interpretada por Susy López, el primo de Hernán Cortés, Hernando de Saavedra, interpretado por Marco Quintana.
Aún no empezaban los ensayos cuando la pandemia hizo lo suyo. Transcurrieron algunas semanas de incertidumbre; los ahorros empezaron a terminarse y el equipo empezó a dudar si podríamos solventar siquiera los gastos de producción. Preguntamos si sería posible un adelanto, pero nos enteramos que la normatividad del gobierno no contempla esa posibilidad; lo cual impide que se contrate a compañías que no cuenten con el capital suficiente para invertir en proyectos de esta naturaleza.
La tristeza y la desilusión nos invadió al darnos cuenta que la historia se repetía una y otra vez en este territorio: son los grandes los que pueden competir, son las familias adineradas y los grupos de poder quienes tienen la voz, a final de cuentas. Así ha sido desde la Nueva España y a nadie se le ha ocurrido cambiarlo. Con Ernesto M. Andriano compusimos un blues titulado "El Capital". De forma solidaria, la gente empezó a echarnos la mano para continuar el proyecto. Alejandro Maimone nos propuso que lo grabáramos para redes sociales.
Le enviamos el nuevo presupuesto a la responsable del proyecto. Ahora tendríamos que filmar nosotres en condiciones de sana distancia, etcétera. Subió de $100,000 a casi $400,000. Nos indicaron que Liza Aceves tendría que autorizarlo, pero Marisol no me daba buenas esperanzas.
"Por la pandemia todo se volvió complicado en ese momento, es verdad, pero tuvo oportunidad de ser empática con una comunidad vulnerable como lo sigue siendo un poco la comunidad artística, en circunstancias como las que aún atravesamos por el tema del COVID-19". Lucero Troncoso
No debimos continuar, si lo analizamos fríamente. En ese momento debimos publicar esta nota, pero oh amigos, estábamos enamorades del proyecto y queríamos denunciar la verdad. La gente siguió trabajando, algunes incluso sabiendo que quién sabe cuándo saldría el pago, que todo estaba colapsando, que algunas personas cercanas del equipo habían enfermado y fallecieron, que los teatros estaban cerrados y en la calle la policía te perseguía si salías a hacer show para pasar el bote y, considerando que ninguno en el equipo de Nixce Blossom pertenece a la clase alta...
Les podemos asegurar que fueron meses de angustia. Alejandro Maimone gestionó un préstamo de $15,000 con el Instituto Municipal de la Juventud, y gracias a eso pudimos comprar una colección de marionetas estilo wayang golek artesanales, que se encontraban en un puesto de antigüedades, que habían pertenecido a una familia que los adquirió en 1920, Cesar Cepeda los restauró sin cobrarnos, y milagrosamente resolvimos la forma de trabajar con sana distancia, pues entre dos titiriteras resolvieron todas las escenas y la voz se grabó aparte, actor por actor y actriz por actriz.
Talentos como Nanda Cabrera Ceconett, quien trabajó como asistente de forma solidaria, la joven Hokus Andrea que hace gala de su talento vocal con la voz del ángel, Flavio da Conceição, quien interpreta a un criado de Juan de Salmerón, que hilvana toda la historia, y que nos envió su voz desde Brasil, hicieron posible que lográramos completar el material de lo que ahora era un trabajo de animación con títeres.
El presupuesto ya estaba por las nubes y Lucero consideraba simplemente cancelar el proyecto, pero insistió una vez más en hablar con Liza Aceves para explicarle que el presupuesto debía actualizarse con las presentes circunstancias, y que de llevarlo a buen término podría ser algo muy bueno para todo el mundo. Alejandro Maimone le aseguró que la decisión le correspondía a ella, así que Lucero fue a su oficina para solicitar los doscientos mil y pico adicionales, y así poder terminar. Aquí es necesario decir que un equipo de historiadores, traductores de latín, náhuatl, portugués y swahili, además de músicos y hasta la gente del barrio que se enteró de la historia de los títeres, ya estaban involucrades y todes habían hecho un trabajo estupendo.
"Falta de humanidad, de solidaridad, fue lo que mostró y personalmente sólo espero que ella no vuelva a ostentar un cargo público". Lucero Troncoso
En estos casos imprevistos, los y las artistas latinoamericanos nos portamos un poco irracionales, pues era evidente que a la Lic. Aceves no le agradaba nuestro trabajo, nos llamó el primer día de rodaje para decirnos que cambiáramos los títeres porque le parecían "muy chinos" y la gente en Puebla no luce de esa manera. Debían verse "más blancos". En ese momento, amigues, comprendimos con quién tratábamos y entendimos que si seguíamos adelante, sería por nuestra cuenta. Aún así, la directora fue personalmente a la oficina de la sra. Aceves para explicarle que los recursos artísticos que habíamos conseguido para lograr la representación, resultaban ideales para su concepción artística, pues revelaban la identidad plural y diversa de la ciudad desde sus orígenes. La licenciada Aceves afirmó que no podía pagarnos ni un centavo más, que no tenía dinero, que debía pagar desayunos para niños de escasos recursos y dejó a Lucero la decisión de continuar o no.
Lucero escribió dos canciones llamadas "La Nueva España apesta" y "Thus spoke Tochihuitzin", y se encontraba muy deprimida y con continuas crisis de ansiedad, pues si no podía terminar el trabajo, tampoco podía pagarle a la gente, y se encontraba sin saber qué decir o qué hacer. Elena Castillo, la diseñadora sonora, la animó para continuar. El cineasta Gerardo Leyva nos enseñó a hacer chroma key y se encargó de la fotografía y de rescatar a nuestra directora del colapso nervioso, cuando un día antes del estreno (originalmente programado para abril y postergado por las circunstancias hasta el 15 de julio) la ilustradora que se encargaba de los escenarios renunció. (No la culpamos, le íbamos a pagar poco, para lo que ella acostumbra).
Se había anunciado ante los medios de comunicación ya no como obra de teatro, sino como miniserie para redes sociales, pues el texto original eran tres actos y habíamos decidido hacer un episodio con cada uno de ellos. El estreno, sin los escenarios, no era posible. Lucero hizo ajustes en el presupuesto, renunció a toda su ganancia y siguió trabajando con la ayuda de Joel Cuevas Téllez y Gerardo Leyva, para hacer nuevas ilustraciones. Algunes creemos que el Arcángel Miguel nos ha asistido porque terminamos las escenas en octubre, de forma increíble. Alejandro Maimone gestionó con el Instituto Municipal de Arte y Cultura una proyección del material; fuimos conscientes de que era en gran medida la falta de aceptación de las autoridades, lo que entorpecía el proyecto. A esta reunión asistieron las autoridades del Instituto y personalidades del medio artístico, así como historiadores del Archivo que no estaban involucrados en el proceso. Recibimos muy buena retroalimentación. Ese día Lucero se enteró que la responsable del proyecto había sido despedida por otro asunto no relacionado con "La Vera".
"El resto del equipo hizo grandes esfuerzos por lograr que se terminara la realización y aún seguimos deseando terminar el proyecto y estrenarlo. Entendemos que muchas veces son las normativas las que impiden que se destinen los recursos necesarios pero la verdad es que, como a lxs artesanos y artesanas, nos regatean, nos dan largas, nos ofrecen limosna, en lugar de pagar lo justo. ¿Qué va de dos funciones de teatro a un corto animado? Pero igual vamos a hacerlo porque la historia es muy bonita y vale la pena contarla".
En la crítica se sugirió que se mejorara el sonido y que en lugar de miniserie, se convirtiera en un cortometraje. Lucero le dijo a Alejandro que eso era virtualmente imposible sin presupuesto, pues ya ella había terminado todos sus ahorros en el proyecto y en ese momento ni siquiera podía ver a su hija pues le dedicaba muchas horas a la edición. Alejandro gestionó $15,000 de "apoyo para postproducción" con Gerardo Oviedo. Él recibió de forma despótica a Lucero en su oficina, exigiéndole quitarse el cubrebocas y sentarse a menos de un metro de distancia en su oficina, etcétera. Nunca recibimos ese apoyo, a pesar de que esa mañana el director del IMACP pasó un buen rato asegurando que ese mismo día saldría el recurso.
Después de todo el amor y entrega que hemos depositado en este proyecto, no podemos rendirnos. El estreno para el pasado abril tampoco fue posible porque nos encontrábamos en temporada electoral y ahora ya nadie contesta los mensajes, pero lo estrenaremos. No sabemos exactamente cómo ni en qué circunstancias, pero queremos agradecer a todas las personas que han participado en LA VERA Y MUY MARAVILLOSA HISTORIA DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE PUEBLA, y decirles que tengan paciencia, porque lo lograremos. Como dice el blues de "El Capital":
"Sabemos cómo hacerlo... y queremos hacerlo... tenemos que hacerlo... lo que no tenemos es el capital."
Y les recordamos que la política es el arte de hacer posible lo que parece imposible. Uno de los problemas a lxs que nos enfrentamos lxs artivistas es precisamente la clase política, pero afortunadamente, como podrán leer, también contamos con el apoyo de servidores públicos honorables trabajando en la misma administración en la que laboran personas que jamás deberían volver a tener un cargo público. Juzguen ustedes. Las normativas que existen en materia de arte y cultura son nefastas en nuestra ciudad. Esto es más complejo que votar por un partido o por otro, y nuestra participación como ciudadanes es, finalmente, la que tiene el potencial de hacer la diferencia.
Si crees que esta es una historia digna de ser contada, ayúdanos a difundirla... finaliza la denuncia expuesta en redes sociales.
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