Desde hace unos meses atrás, durante las horas de ensayo ( es pertinente aclarar que mi formación actoral hasta ahora, antes de la maestría, era empírica), me he percatado que hay un elemento que puede ayudar a los ejecutantes primerizos o de poco conocimiento teórico a mejorar su interpretación dramática; ya Constantin Stanislavski (Boleslavski y Chejov, 1998) propone diversos elementos como la concentración, la memoria de las emociones, las acciones dramáticas, la caracterización, la observación, la imaginación, la improvisación, entre otros para el desarrollo formativo de los actores. Pero si dichas personas desconocen a tan prestigiado personaje, no conocerán sus procesos para la interpretación actoral, por tanto el factor que quisiera proponer en esta reflexión es la MEDITATIO, “término que ha evolucionado a lo largo de los siglos… y que San Juan de la Cruz lo define como “acto discursivo por medio de imágenes, formas y figuras, fabricadas e imaginadas por los..sentidos” (Esguerra, 2011-2019).
La MEDITATIO forma parte del proceso para realizar la Lexio Divina - práctica de acercamiento a la Sagrada Escritura (Esguerra, 2011-2019) - lo conforman: la Lectio (lectura), la Meditatio (meditación), la Oratio (oración) y la Contemplatio (contemplación).
Las características importantes y de fácil aplicación en la MEDITATIO son (1) la lectura rumiada, (2) la repetición orante del texto o palabras, y (3) el cuestionamiento constante de lo que me quiere decir el texto. “La gran diferencia con la “meditación “ moderna, muy popularizada desde el siglo XVI por San Ignacio de Loyola, es que la meditatio no es un ejercicio intelectual , no se ora haciendo teología ni exégesis, no exige composición de lugar ni ir viendo a cada personaje que aparece en el texto. La meditatio, que ha de desembocar en la oratio, es el saboreo de lo que la lectio me ha dado a entender. Podríamos sintetizar diciendo que en la lectio exprimo el contenido del texto leído, mientras que en la meditatio lo degusto, lo saboreo, lo personalizo”. (Esguerra, 2011-2019). Trabajo que se asemeja al estudio del texto antes de su montaje.
Tanto la MEDITATIO como los pasos propuestos por Stanislavski requieren de un esfuerzo por parte, no solo de la voluntad, sino de los todos los sentidos como la imaginación, recordando al personaje del EL PROFESOR en “El Arte del Actor” cuando dice a la estudiante - “Lo que hago es ayudar a quienes han decidido a trabajar con disciplina en las tablas, que han resuelto superarse y educarse para hacer un trabajo digno y relevante en el teatro” (Boleslavski y Chejov, 1998) -.
Considero pues, que el ejercicio persistente y consciente de la MEDITATIO, qué consiste básicamente en repetir, degustar y saborear los textos dramáticos tantas veces sean necesarios, hasta lograr una comprensión más extensa que ayuden, en virtud a los sentidos, a dar forma orgánica a personajes, con voz y gesticulaciones propias, así mismo se ejercita la imaginación, con el fin de ejecutar una interpretación actoral más fiel a lo propuesto por sus autores.
Nota aportada por Alberto Celarie: Habría que explorar como parte del entrenamiento actoral ... En el sistema, Knebel Vasiliev (discípulo de ella) proponen la acción verbal como la gran avenida para la diánoia y comprensión activa del pensamiento del personaje. Sería una buena herramienta conectada al subtexto, al superobjetivo, expresión y cualidades del movimiento.
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Bibliografía
Boleslavski R y Chejov M, (1998), El Arte del Actor. Iztapalapa, México, Escenología.
Esguerra H. (2011-2019), Lectio, meditatio, oratio,contemplatio. Recuperado el 30 de noviembre de 2019 de https://www.portalcarmelitano.org/lectio-divina/63-escritura-reflexiones/246-lectio-meditatio-oratio-contemplatio.html
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