Las personas que se han involucrado en el mundo del arte pasaron por diferentes etapas hasta encontrar que el teatro era su pasión, ya sea por vínculos familiares, curiosidad adolescente o bien por el sistema educativo que imparten en las escuelas extranjeras.
Esta situación vivió Eduardo Furiatti, quien durante una entrevista con Puerta Escénica mencionó que el teatro llegó a su vida de manera intuitiva un día que se encontraba organizando un periódico ecológico durante el bachillerato.
El actor mencionó que creció en la ciudad de Barranquilla, Colombia, en donde la educación tiene otra forma a la que se imparte en México. Gracias a estas diferencias culturales y escolares, Eduardo Furiatti encontró su verdadera profesión.
El actor comentó que siempre tuvo el deseo de ser biólogo marino gracias a la tranquilidad y curiosidad que le transmitía el océano; de hecho, Eduardo Furiatti aseguraba que era tal su deseo por estar entre las olas que no se veía realizando algo diferente.
Sin embargo, mientras organizaba ese periódico ecológico, el actor escuchó que entraría un profesor de teatro, materia que le llamó la atención. Sin pensarlo dos veces, Eduardo Furiatti decidió ingresar a todos los talleres, descubriendo que en cada historia que presentaba y contaban lo acercaban a emociones nunca antes vistas.
Así lo relató:
“A medida que avanzaba el taller, me daba cuenta que me llenaba, que las historias que contábamos dejaban algo de qué hablar en el público y lo mejor, hice amigos únicos. Desde ahí no hubo marcha atrás, el teatro gobernaba mi destino y mi propósito para ayudar en este planeta. “
Sin embargo, la modificación de sueños provocó que tuviera miedo e inseguridad mientras se desempeñaba como actor, debido a que temía ‘errar y ser juzgado por siempre’.
Esto no le impidió continuar con su nueva pasión. Eduardo Furiatti mencionó que cuando entró a sus primeras compañías teatrales aprendió la forma que tenían para resolver los problemas que aparecían en el camino.
Aunque el actor aún tiene al océano corriendo por sus venas, el artista comprendió que el teatro también puede cambiar al mundo a través de las emociones y las historias que se cuentan en las obras de teatro.
“El mar es como el teatro: te muestra un horizonte cuál objetivo de una obra; sin embargo, nunca termina en la función, pues entre más te adentras en el océano, te das cuenta que jamás terminará y siempre habrá lugares nuevos que explorar”.
Sin duda, Eduardo Furiatti tiene un gran camino por delante. Actualmente es el director del Teatro Escarlata, compañía que acaba de estrenar foro D'Los en la ciudad de Puebla; además, está trabajando en la versión mexicana de la obra 75 Puñaladas, mientras da clases de teatro en el Instituto Mexicano Madero, Zavaleta.
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