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Foto del escritorMarcelo Bojiganga

TOMÁS URTUSÁSTEGUI. IN MEMORIAM



Navegaba por la Internet a inicios de 2005 y encontré, casi por casualidad, un e-mail que decía ser el suyo. Era algo largo y creí que estaría en desuso. Sin embargó le escribí para pedirle permiso de montar su obra “Drácula gay”.

─ No me va a contestar─ creí.

Pero lo hizo. Tomás Urtusástegui, el reconocido dramaturgo del cual yo había leído contestó el correo electrónico de un ingenuo muchacho veinteañero. Me dio su autorización y desde ese momento nunca dejé de mantener comunicación con él. Ya para el 2006 decidí que, junto con mi grupo Bojiganga, debía invitar al maestro Urtusástegui a venir a Atlixco al estreno de alguna de sus obras.


La empresa se realizó con excelentes resultados. El autor de “¿Huele a gas?” llegó al Pueblo Mágico de Atlixco, en donde disfrutó de la cecina y tomó gran cantidad de fotografías de las flores locales. La obra seleccionada para el estreno fue: “La Hoguera”, un show cómico político, monólogo de su autoría. Se realizó en el cine-teatro “El Chacuaco” del Centro Vacacional IMSS Atlixco-Metepec. No sólo de esta obra, sino también cuando vio mi versión de “Drácula Gay”, él dijo bromeando al público:


“no sé cómo no te golpean si eres bien lépero”.

Y sí, el teatro que el maestro Tomás escribía era de humor negro y lleno de sátira, aunque siempre yo contribuía en ponerle más palabras picantes.

Médico cirujano de profesión, se convirtió en uno de los autores de teatro más prolíficos de nuestro país, su obra dramatúrgica abarca aproximadamente unas 500 obras al igual que un similar número de cuentos, no olvidando también que escribió su Manual de Dramaturgia, al cual siempre regreso cuando tengo dudas al escribir algo nuevo. Además hizo mucho por el teatro para adultos mayores.


Desde aquellos inicios de Bojiganga en 2005, y desde el estreno de los monólogos de “Drácula gay” y “La Hoguera”, siguieron muchos trabajos más de la autoría del maestro como la pastorela “Entren santos peregrinos” que estrené en la Casa de la Cultura de Atlixco; otro unipersonal, “La Carta”, de carácter psicológico dramático en 2007; además de “Inseminación Artificial”, “Híjole” en 2008, “Espejito”, “El Cigarrillo” y algunos otros textos los cuales marcaron mucho mi carrera como actor y como director teatral.

Siempre atento y jovial; fue alegre y siempre admiré de él su gran energía positiva ante la vida y su deseo de viajar por todos lados para conocer otras tierras y ver montado su teatro.

Su paso por la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) es incuestionable. Y sus escritos llegaron a diversos países como Estados Unidos, Japón, Francia, España, Perú, Panamá, Bolivia, entre otros.

Para Atlixco vino a develar dos placas: una cuando llegamos a 25 representaciones de “La Hoguera” y otra por el noveno aniversario de vida artística de mi grupo teatral, mismo acto que también cerró el 5º Encuentro Nacional del Monólogo “Bojiganga” en 2014, fiesta escénica que realizamos en Atlixco y que desde su creación en 2010 siempre contó con, por lo menos, una obra de la autoría de Don Tomás.

Ejemplo de vida para muchos y todo un caballero, también fue guionista y le fueron otorgados innumerables premios y reconocimientos tanto nacionales como extranjeros. Deja tras de sí grandes piezas de literatura dramática.


No podría enumerar las bellas anécdotas que tengo con él, en la Alcaldía Azcapotzalco de CDMX; en Tulancingo, Hgo., incluso en Tlaxcala. Todas ellas son dignas de mención pero sé que el espacio ahora es limitado.


Puedo decir que la última vez que lo vi físicamente fue en mayo de 2018, en la Casa de la Cultura de la Ciudad de Puebla en las actividades culturales por los Festejos del Cinco de Mayo. Lo oímos dar una charla sobre su trayectoria y al final, claro, me tomé la selfie de rigor con el autor de “El poder de los hombres”. Empero, muchas otras veces más lo vi en Facebook Live, ya que el maestro en sus últimos años hizo de esta herramienta su arma de trabajo, tenía gran aceptación entre todos los que nos deleitamos alguna vez con sus transmisiones en vivo y sus lectura dramatizadas.

Fue en 2019 la última vez en que, por así decirlo, nuestras plumas se juntaron: gracias al I Muestrario de Dramaturgia Nacional que realizó el Grupo Demego 007 y la organización “Teatro de Cámara” de Ciudad de México, un texto del maestro Urtusástegui y uno mío, junto con varios autores representativos de México estuvimos en este muestrario digital en donde nuestras letras se inmortalizaron en la Internet para el mundo.

El gran maestro Tomás Urtusástegui, nació en 1933 y falleció la noche del 8 de abril de 2020 después de haber librado una lucha contra el cáncer. Tenía 87 años. Estaba rodeado de sus libros y pertenencias y de mucho amor. Me gusta pensar que lo que más quería hacer en su recuperación era seguir escribiendo cosa que ya no pudo hacer lamentablemente por las molestias de una operación. Pero su legado siempre vivirá en todos aquellos que conocimos y que seguiremos difundiendo su teatro.

Hasta siempre maestro, amigo, gran hombre de teatro.

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